Querer una buena apariencia es algo inherente al ser humano, quien a lo largo de la historia ha buscado la fórmula de la belleza, usando métodos naturales o técnicas especiales. La aparición de la cirugía plástica como especialidad médica representó una puerta abierta para las personas, que ya no tienen que conformarse con su apariencia, ni vivir acomplejados por sus problemas, los cambios estéticos estaban a la orden del día.
Pero en un mundo donde podemos acceder a una variedad casi incontable de operaciones y procedimientos estéticos, se hace cada vez más difícil encontrar un límite y la historia que no es lineal parece autorregularse, volviendo a la actualidad una valoración sobre lo natural y saludable. Es por ello que actualmente los estándares de belleza se inclinan hacia mujeres y hombres atléticos, que llevan un estilo de vida saludable. ¿cómo encontrar ese equilibrio en la cirugía plástica?
Bajo esta nueva premisa de belleza no se pretende satanizar las cirugías estéticas, lo que se pretende es que está sea un complemento de un modo de vida que involucre el ejercicio y la buena alimentación. Por tal motivo los cirujanos buscan que los resultados de sus procedimientos luzcan lo más natural posible, llegar a este punto mide de alguna forma la experticia y conocimiento del cirujano.
No obstante vivimos en un mundo libre y para gustos los colores, hay quienes aún prefieren que el resultado de sus operaciones sea notorio, es respetable, los médicos están dispuestos a dar respuesta a las necesidades de quien los solicita.
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