De los símbolos sexuales femeninos, los glúteos, siempre han sido uno de los más importantes, además de los senos y los labios. Para muchas mujeres en especial, al igual que muchos hombres, unos buenos glúteos, es decir, en tamaño, forma y contorno son el modelo ideal para perfeccionar su figura y hacerse mucho más interesantes a la vista de los otros.
Por esta razón son muchas las personas que cada día optan por el aumento de glúteos o gluteoplastia como una alternativa para mejorar su apariencia, aumentar su autoestima o simplemente vanidad. Pero ¿Cómo saber quién es realmente un candidato para este tipo de cirugía?
Gluteoplastia: ¿soy candidato para una?
Prácticamente todas aquellas personas que no se encuentran satisfechas con el tamaño de sus glúteos son candidatas a realizarse una gluteoplastia. Podríamos decir que motivos no faltan para quienes desean un aumento en el tamaño y forma del glúteo. Entre los candidatos más indicadas están aquellos cuyos glúteos no presentan suficiente volumen; los que buscan mejorar la proyección glútea de la zona, debido a cierta desproporción; los que han perdido abultamiento a causa del envejecimiento y los de exceso de grasa y caída de los tejidos.
Por medio de la gluteoplastia se puede moldear o aumentar el tamaño y la forma de los glúteos de dos maneras: una mediante la colocación quirúrgica de un implante de silicona que se ubica entre los músculos glúteos. La otra es la lipoinyección glútea, que consiste en la extracción de exceso de grasa localizada en partes del cuerpo del propio paciente, para luego inyectarla en las zonas del glúteo que requiere ser moldeado.
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