La decisión de hacerse una cirugía plástica debería ser meditada de manera consciente por las personas, antes de someterse a la intervención. Incluso sería ideal ir preparando el cuerpo al cambio que se va a someter. El éxito de una cirugía plástica no recae solamente en la intervención, la durabilidad de sus efectos está en las manos del paciente y de los hábitos de vida que adquiera.
El paciente debe estar preparado para asumir un cambio en su vida, casi como un plan que decidió firmar cuando ha tomado la decisión de hacerse una intervención plástica y así transformar su apariencia física. Los buenos hábitos de vida garantizarán que las personas puedan conservar la apariencia lograda por el cirujano plástico con la o las operaciones realizadas.
Debemos quitarnos la idea errónea de que ahora vamos a tener que torturarnos con dietas estrictas y rutinas de ejercicio extenuantes, basta con pensar que lo que hay que hacer es adoptar un estilo de vida saludable y balanceado, con acciones perdurables que se convierten en hábitos de vida beneficiosos para la salud.
Comer bien, no tiene porque ser una condena, podemos ingerir alimentos que completen nuestra tabla nutricional y además nos gusten. Podemos hacer ejercicio sin llegar a exagerar, encuentra algo que disfrutes hacer e implique moverse y ejercitarte, no tienes que hacer lo que los demás hacen , cada persona tiene sus gustos y motivaciones particulares y es bueno hacer algo en lo que te sientas cómodo y feliz, también hace parte de los buenos hábitos de vida.
Por último, no debes crearte falsas expectativas, las cirugías plásticas tienen sus objetivos puntuales, de ahí en adelante, la tarea por combatir la flacidez, celulitis y alcanzar tonicidad está en tus manos, así que animo.
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