La rinoplastia es una intervención bastante común en la comunidad, es una operación plástica que busca mejorar la apariencia de la nariz, ya sea porque hay alguna desviación, protuberancia, por su tamaño y forma. Los resultados que se obtienen después de una rinoplastia son sorprendentes y realmente si producen cambios evidentes en la fisonomía de la persona. Pero antes de tener el resultado ideal hay que pasar por el proceso quirúrgico y el postoperatorio.
En la intervención como tal, el paciente no siente nada, pues esta sedado. Sin embargo una vez el efecto de la anestesia termina y la intervención de la rinoplastia ha finalizado, empieza el proceso postoperatorio, y es el de mayor cuidado, en este los pacientes empiezan a sentir los efectos de la operación. Con la rinoplastia se trabaja con el hueso y cartílagos de la nariz, por eso después de la intervención toda la zona de la nariz y alrededores queda bastante lastimada.
En el postoperatorio de una rinoplastia los pacientes generalmente quedan muy hinchados, por ello no pueden respirar y por tanto la primera noche les cuesta mucho dormir. Después de que se quita el taponamiento queda una inflamación residual. El postoperatorio constituye todos los cuidados y mejorías que va teniendo el paciente hasta poder ver el resultado final, que no es inmediato.
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