La braquioplastia es una intervención que se realiza para tratar la flacidez y el exceso de grasa de la parte interna de los brazos.
Es sabido por hombre y mujeres que con el paso del tiempo o posterior a una pérdida de peso considerable, la piel de los brazos puede lucir un aspecto flácido. En aquellos casos en los cuales dicha flacidez es muy notoria, no existe tratamiento diferente a la braquioplastia para tratarla.
Son 3 los diferentes casos en los cuales se debe recurrir a una braquioplastia:
El primero se refiere a aquellos pacientes que no presentan mayores alteraciones en la zona y pueden ser tratados con una liposucción, una vez se ha eliminado el exceso de grasa, la piel se retrae y luce como debería normalmente.
El segundo caso de braquioplastia, se refiera a flacidez intermedia, en el cual se indica un estiramiento de la piel, ubicando la cicatriz en el pliegue de la axila.
Y por último, el tercero, se refiere a casos más avanzados, en los cuales es necesario dejar la cicatríz de la braquioplastia a lo largo de la parte interna del brazo, hasta el codo.
Los candidatos ideales para una braquioplastia son todos aquellos que hayan sufrido cambios considerables de peso, o aquellos que con el paso del tiempo están sufriendo flacidez en la piel y acumulación de grasa localizada. Según el caso particular de cada paciente, el cirujano recomendará el procedimiento más indicado.
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