Una de las cirugías estéticas más comunes que se realiza tanto en hombres como en mujeres es la Rinoplastia o cirugía de nariz. Muchas son las personas inconformes con el tamaño y forma de su nariz que acceden a este tipo de procedimiento por ser una excelente alternativa a la hora de decidirse por un cambio que mejore la apariencia del rostro, de esta manera poder conseguir una armonía facial.
Rinoplastia: un cambio funcional y estético para la nariz
Como procedimiento, la rinoplastia es una cirugía que busca cambiar no sólo la apariencia, sino también la estructura y función. Le permite al paciente aumentar o reducir el tamaño de la nariz, disminuir el ancho de las fosa nasales, cambiar la silueta de la punta. De igual forma, con la rinoplastia podemos corregir defectos como desviaciones hacia un lado, disminuir protuberancia en el puente, elevaciones, nariz gorda, nariz tapada y nariz caída. Además de solucionar problemas estéticos, la rinoplastia también se realiza en casos de traumatismos como fracturas del tabique o problemas respiratorios.
Es una cirugía de tipo ambulatorio que se puede realizar con anestesia general o local y sedación, de acuerdo a lo que el médico decida. Su duración puede tomar un tiempo entre 1 a 2 horas.
Existen dos tipos de rinoplastia; la cerrada, es la que más se utiliza actualmente, su incisión se lleva a cabo al interior de la nariz, por lo que no deja cicatrices visibles. Y la abierta, se realiza en casos complicados, donde ya ha habido una intervención y de nuevo se requiera otra operación.
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